En un París bastante flojo si no llega a ser por algunas apuestas seguras como Miu Miu o Hermés, llegó lo que todos estábamos esperando. La primera colección de McQueen sin McQueen. Y sí, era más una cuestión de morbo que de verdadero interés fashionista, pero oye, de repente se presenta Mrs Burton, y nos planta una colección que si bien no supera las anteriores propuestas, mantiene el nivel de calidad y le da continuidad (y claro, tratándose de McQueen, eso es ya una barbaridad). Muchos estampados animales, inspiración natural y en general un genial mundo de fantasía del que Lee estaría orgulloso. ¡Larga vida a McQueen!
Nuestro veredicto
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