22.11.13

El afterwork es el nuevo negro

Lo bueno de que la mitad del equipo CalamityCool se haya trasladado a Madrid es que nos ha permitido zambullirnos en un nuevo mundo que hasta ahora era desconocido para gente de provincias como nosotros. Y no, no hablo de las horas (y caídas) en el metro o de perder dedos por congelación (que somos de climas más cálidos y nos cuesta adaptarnos, como a los dinosaurios), hablo del concepto de afterwork, muy extendido en la capital.




Si bien es cierto que se antoja extraño que se extienda un concepto como el afterwork cuando cada vez hay menos de esto último, de work; tanto firmas de moda como restaurantes o gin clubs se han apuntado a esta tendencia que ha hecho de las "cañas al salir de trabajar" algo mucho más estiloso.





Por eso, y con la excusa de visitar un lugar por el que había pasado muchas veces y había dicho aquello de "qué chulo, tengo que venir aquí un día", me dispuse a compartir un afterwork con otros bloggers como Franchejo de BFace Magazine, Bárbara de El Blog de Bárbara Crespo, Elena de Style in Madrid, los chicos de La Otra Horma, Javi de La gran vía es mía o Simón de The Magzoo (que hace unas ilustraciones alucinantes) en el 1862 Dry Bar, en la calle Pez, bajo una moderna reintrepretación de las lámparas de araña y con una preciosa barra obra del estudio de Tomás Alía (de hecho, diseñada por un compañero mío de la carrera) en la que abundaba la ginebra, el vodka y la Seagram's Premium Tonic Water.



Yo ya con los ojitos vidriosos, muy bien acompañado de Simón de The Magzoo y Javo de La otra horma del zapato
Porque de hecho, habían sido ellos los que nos habían convocado a probar las virtudes de su nueva tónica en diferentes combinados magistralmente preparados por sus expertos mixólogos. Porque si algo nos han enseñado todos estos años de obsesión y hype del gintonic, es que mucho más importante que que le cardamomo, los pétalos, el pepino, la lima o la ensalada césar del McDonalds que le quieran echar a nuestra copa, es la tónica con la que la combinen.

Y es que en Seagram's llevan desde 1857 en el negocio y ya sabéis lo que dicen, que más sabe el diablo por viejo que por diablo.

1 comentario:

¿Calamity o Cool? Tú decides...

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