Reflexiones de domingo: Exceso de Photoshop (o cómo destrozar un trabajo fotográfico)

A medida que la tecnología avanza nos encontramos con magníficas soluciones que hacen nuestro trabajo más fácil, el mundo de la fotografía y el diseño en particular ha recibido la ayuda de estos avances y los ha abrazado como si fueran un político corrupto abrazado a su cargo público. El problema llega cuando los profesionales del medio (que creen que lo tienen ya todo aprendido) utilizan estos nuevos avances sin molestarse en formarse primero ( y me atrevería a decir que dejando totalmente de lado su gusto estético si alguna vez lo tuvieron), lo que da lugar a trabajos más extraños que los outfits de Pelayo para bajar a la playa.

Probablemente, de entre todos estos avances el que más desgracias causa cuando se utiliza de manera incorrecta es el archiconocido (y maravilloso utilizado por alguien que sepa) Photoshop. ¿Qué lleva a un fotógrafo o “experto en retoque” a dinamitar su trabajo o el de otros con el uso abusivo de este programa? ¿genera el suavizado facial más adicción que el crack? Nosotros no lo sabemos, pero hemos intentado dividir estos hechos catastróficos en diferentes tipos a fin de comprenderlos mejor. Veamos:

Caso 1: El Ralph Lauren

También conocido como “no me gustan las formas de la especie humana y prefiero crear una diferente”. El caso más flagrante fue, como su propio nombre indica, el de la campaña de 2009 de Ralph Lauren con Filippa Hamilton, en el que decidieron dar a la modelo un cuerpo propio de haber estado bailando de forma ininterrumpida hasta dia de hoy el hulahoop que le regalaron por su primera comunión. Obviamente, no cuela que nadie se diera cuenta de que aquello era un despropósito así que lo más lógico es que se tratara de una maniobra publicitaria más. Sin embargo ha habido otros que, de una manera más sutil pero igual de desastrosa han seguido el ejemplo de Ralph.

Ralph Lauren 2009 con minicinturas y Victoria’s Secret 2011 recién bajada del caballo

Caso 2: El Belén Esteban

O lo que viene siendo, empezar con una cara para acabar con otra totalmente diferente. Que digo yo, ¿realmente les compensa gastarse millones en contratar a celebrities como imagen para que después no las reconozcan ni sus padres? Pues parece ser que sí. Están las asiduas al Belén Esteban como es el caso de Julianne Moore, Kate Winslet, que sinceramente si no fuera por sus películas nadie sabría qué cara tiene; o Scarlett Johansson, que probablemente tuvo que llevar una declaración jurada de Isak Andic para que su familia se creyera que era ella la que aparecía en las campañas de Mango. Con este tipo de gastos inútiles más vale que no venga nadie después quejándose de la crisis.

Kate Winslet para Lancôme, Scarlett Johansson para Mango, Kirsten Dunst para Bvlgari, Vogue Paris Mayo 2010

Caso 3: El Fukushima

En algunos casos parece que los modelos hayan estado sometidos a altas dosis de radiación durante las sesiones fotográficas. ¿De qué otra manera se explica la ausencia o multiplicación espontánea de sus extremidades? Parece que el sueldo pagado a los “retocadores” (este puesto sólo lo conozco en inglés y nunca lo he oído en español, de ahí las comillas) no es el suficiente para que se tomen la molestia de revisar el resultado final, o que se han criado en una familia de superhéroes en la que este tipo de cosas era normal (no sé por qué pero me decanto más por la primera opción). El consejo del día (el primero es gratis): antes de darle a publicar aseguraos y contad con nosotros a lo barrio sésamo, una cabeza, dos ojos, una nariz, una boca, dos brazos, dos piernas…y así.

Modelo monobrazo de Victoria’s Secret 2011 y modelo pulpo de Dolce&Gabbana Light Blue

Caso 4: El Michael Jackson

Y no, no es que yo vaya a ir a Eurovisión ni que Mrs Calamity se vaya a vestir de Disco (o de Gráfica). Este caso se refiere básicamente a aquellos retoques que pueden conseguir que yo no sepa si Beyoncé es negra, blanca o como diría Papuchi, un poco jamaicol. No creo, por mucho que muchas asociaciones se empeñen en ello, que se trate de un caso de racismo; más bién creo que es un caso de compatibilidad de colores, y total, como nadie sabe de qué color tiene la piel Beyoncé pues se lo cambiamos hasta que pegue con el de las cortinas que hemos elegido de fondo, o con el de la tipografía, que total a ella le da igual.

Beyoncé cual camaleón en las portadas de Joy y Glamour Rusia, Gabourney Sidible blanqueada para Elle

Caso 5: El Ana Rosa

Vamos a hacer un juego. Cerrad los ojos e intentad imaginar la cara de Ana Rosa Quintana. ¿Nada verdad? Si alguno de vosotros ha sido capaz de ver su cara con detalle tiene mi respeto eterno (y fuera de mi blog que no quiero gente mejor que yo por aquí). Ana Rosa ha conseguido (incluso en la realidad) que una neblina difumine de manera constante su cara sin dejarnos apreciar ningún tipo de detalle. Es de cara difusa. Como pruebas tenemos tooodas las portadas de su revista en la que me atrevo a decir que el retocador debe cobrar lo mismo que el editor jefe. Este es un caso único, gracias a dios Ana Rosa es la reina de las mañanas y no la reina de España, porque no veáis sino qué follón para hacer las monedas.

Ana Rosa, con su cara dispersa en la portada de su revista

Caso 6: El Panrico

¿Quieres tener el culo tan tierno como la cara? Pues eso. Con esta técnica puedes tenerlo, aunque no tierno sino suave. Un pequeño filtro de desenfoque y voilá, ni una marca, ni una arruga, ni un lunar, ni expresión, ni poros, ni naturalidad ni nada. Porcelana pura, tan natural como la sonrisa de Nicole Kidman. Y si a esto le añadimos un juego de dientes también porcelánicos y blancos como la ropa lavada con lejía del futuro (en serio, venir del futuro para promocionar tu lejía me parece spam del más rastrero) ya tenemos un efecto digno de la mejor entrevista a Isabel Preysler en la revista Hola. Nota: este retoque también podría ser llamado Jorge Javier Vázquez porque casa a la perfección tanto con el Belén Esteban como con el Ana Rosa.

Justin Bieber en la portada de Todayteen Star, Sofía Vergara para Pepsi Diet, Olivia Wilde en Cosmopolitan Abril 2011

¿Se os ocurre alguno más? Si la respuesta es si ya sabéis, fuera de mi blog.

Over&Out.

Nuestro veredicto: