Reflexiones de domingo: ¿Estilo british?

Se escucha a mucha más gente de la que nos gustaría diciendo “nos encanta el estilo british”, millones de blogs (definitivamente estoy exagerando) que cada temporada nos dan las claves para conseguir un estilo preppy-british-dandy-hermanas Eyre-electro punk. Ante todo decir que lo que entendemos nosotros por estilo británico hoy día es una construcción mental desencadenada por las páginas del Vogue en las que te ponen una frase muy mal redactada y un variado de productos para elaborar el look en cuestión  (desde abrigos o botas hasta la barra de labios, véase cada dos años que nos recomiendan el Azul Intenso o la tendencia deportiva).

Pero en Inglaterra y en concreto si hablamos de su capital, Londres, podemos decir que hay de todo menos un único estilo. Si quitamos a las 3/4 partes de la población compuestas por españoles de carreras técnicas que tras un año y medio no saben hablar inglés y está a punto o sueñan con mudarse a Shoreditch, lo cierto es que queda poco. Si algo tiene la ciudad es un increíble movimiento cultural que conlleva lo que toda gran ciudad pero a lo bestia: raperos, lolitas, fotógrafos de la Vice y candidatos de cualquier Shore. 

Pero si hablamos de los que sin ser los más radicales escucharon a Eminem pero bailan borrachos con Ke$ha, han ido a la universidad, son asiduos de algún festival y les llegó el rumor de la niña y Ricky Martin, vamos NORMALES, sí que encontramos algunas pautas que se repiten en chicos y chicas. Algo así  como lo que aquí supuso dejarse la camiseta de España durante un mes tras la Eurocopa para todos los varones menores de 35 años o el abrigo azul marino de Zara con doble botonadura dorada para ellas.

Aunque he estado tentada, he decidido no buscar las fotos en google para apoyar lo que describo en el texto de forma exagerada. Poner a cuatro chicas vomitando a las ocho de la tarde con mini-vestido sin medias en enero es tentador pero no del todo justo. Las imágenes que veis son de este año y han sido amablemente cedidas por amigos míos que han nacido y viven actualmente en Londres.

Los chicos son muy de combinar pitillos muy pegados con camisetas aparentemente viejas y baratas, todo ello vestido con unos buenos zapatos rollo brogue y un abrigo. Sencillo y sin esfuerzos, nada más aparte de un moderno corte de pelo o despeinado bonito. Todo esto para decir que vienen a ser los reyes del “Voy hecho un trapo, quién sabe, puede incluso que haya pasado la noche en un cubo de basura. Pero voy monísimo”.

En cuanto a las chicas es muy importante diferenciar entre chicas de día y de noche. De día ellas lucen sus abriguitos de Top Shop, sus calzas de Primark, sus short desgastados de talle alto comprados en Absolute Vintage y así sucesivamente, muy monas. Si arriesgan es en complementos-divertidos del estilo gorro de lana con orejas de gato y poco más. Ahora cuando cae el sol (que allí viene a ser a partir de las 16:30 de la tarde), entran en una espiral de autodestrucción atérmica de pestañas postizas y vestidos de lycra sin medias. YA PUEDE ESTAR GRANIZANDO, tampoco esto se aplica según un algorítmo matemático, alguna de Kensington igual se modera un poco más aunque sinceramente, no.

Obviamente entre todo esto hay mucho cuadro, mucha chica fea escondida detrás de una melena tomboi decolorada y mucho mariquita aficionado a los accesorios de punto sintético de Primark. Tampoco yo quiero dar lecciones de nada, estas navidades cuando estuve fui a una exposición que analizaba la moda y el estilo de Londres a través de su historia llegando a la conclusión de que no tenían ni idea, porque al final ¿qué es más inglés: vestirnos de Mrs. Dalloway, salir con un trench y una bufanda de cuadros a leer El perro de los Baskerville en un páramo o copiar a Twiggy? Ahí os dejo que lo penséis.